A propósito de ellos

     


Amelia Valcárcel (Ahora, Feminismo) nos explica que para poder entender el Feminismo en la realidad contextual de la época en que vivimos, hay que mirar desde la distancia. Es como si miráramos el cuadro de Las Meninas siendo uno de sus personajes pintados en el mismo. No puede observarse una realidad sin salirse del cuadro; y es que si nos fijamos en los avances actuales en políticas de igualdad en España, nos daremos cuenta de las desventajas del sistema para las mujeres con respecto a la maternidad. Por suerte o por desgracia, mi papel de madre ha sido determinante para plantear ciertas cuestiones sobre este tema. Y últimamente me pregunto si los permisos idénticos para padres y madres son justos para ambas partes analizando los antecedentes que cada uno vive. Ellos empiezan su paternidad el día del nacimiento; mientras nosotras llevamos 9 meses gestando.

    El comúnmente conocido como permiso de paternidad (actual permiso por nacimiento y cuidado de menor) ha evolucionado y se ha aumentado en días en los últimos años; mientras que el permiso de maternidad se mantiene en 16 semanas desde 1989. Hasta el 2007 los padres tenían 2 días de permiso, en el año 2007 se incrementó a 15 días, en 2017 a 4 semanas, en 2018 a 5 semanas, en 2019 a 8 semanas, en 2020 a 12 y desde el 2021 a 16 igualándose a las 16 semanas que ya disfrutaban las madres.

    El reconocimiento de la igualdad del derecho para el cuidado de menores recién nacidos se consolida en los últimos tres años equiparado al de las madres, pero viviendo una pandemia mundial y volviendo a visibilizar las brechas de género laboral se ha estudiado la incidencia de desigualdades en cuanto al disfrute del permiso por nacimiento y cuidado de menor. Puesto que no es lo mismo partir del punto de partida de ser la figura materna o la paterna, los estudios demuestran que el rol de madre sigue desempeñándose como la cuidadora principal, mientras los hombres desempeñan un rol de "ayudante". En los últimos estudios Men in Care, realizados sobre la equiparación de los permisos de Maternidad vs. Paternidad en España se evalúa el impacto que ha tenido éste permiso sobre nuestra sociedad en la actualidad. 

    Aunque no se puede negar la implicación de los hombres ejerciendo un rol de cuidadores, se sigue reproduciendo el rol de madre como cuidadora principal. El disfrute del permiso por las mujeres suele realizarse continuado las 16 semanas desde el momento del nacimiento; mientras que ellos lo hacen en 2 tramos, es decir, disfrutando de las 6 obligatorias primero y dejando las 10 semanas no obligatorias para el disfrute cuando la madre ya se ha incorporado a su puesto de trabajo. Qué casualidad que sean las semanas más duras e intensas para el cuidado de un recién nacido...y que son ellas las que se encarguen en mayor porcentaje.

Así que en resumidas cuentas, se ha intentado mejorar las medidas de conciliación y corresponsabilidad para que los padres ejerzan como tal. Hasta aquí todo bien, ellos aprenden a responsabilizarse de las tareas del hogar y de cuidados. Vamos avanzando en la deconstrucción de la masculinidad hegemónica, pero nos preguntamos: ¿Y nosotras qué hemos ganado con esta reforma? 

    Seguir ejerciendo las mismas funciones domésticas  y de cuidados, pero con una ayuda paterna que antes estaba ausente las primeras 6 semanas de vida de nuestras criaturas. Me recuerda mucho a la doble jornada laboral cuando la mujer se incorpora el mercado laboral para seguir haciendo las labores domésticas. Esas 6 semanas coinciden con la cuarentena de la madre, que según las OMS es el periodo postparto durante el cual la madre debe guardar cuidado de tener una buena y pronta recuperación de su salud, así como de apoyar y garantizar el bienestar de sus bebés. La salud de la madre, física y mental, es crucial para el buen desarrollo del apego, del desarrollo del bebé; y en este tiempo se suele compaginar, además, con la lactancia materna (recomendable hasta los 6 meses del bebé).

    En conclusión, nos venden la equiparación del permiso de maternidad/paternidad como la panacea, y resulta que las mujeres nos tenemos que recuperar de 9 meses de embarazo, un parto (sin distinción de que haya sido natural o cesárea) y un periodo de lactancia que empieza y recomiendan que dure 6 meses, en un total de 16 semanas. ¿Qué somos Súper Woman? ¿Estamos siendo engañadas o las cuentas no me salen? 

Si se parte de una desigualdad previa, si las cuarentenas son un periodo de recuperación de la salud materna: ¿no deberíamos tener las madres un período mínimo de 6 + 16 = 22 semanas de permiso o de 24 semanas como recomienda la OMS, los profesionales de pediatría y matrones/as para la Lactancia materna?

Esta reflexión me lleva a pensar que la redacción de las políticas de igualdad no han sido ni pensadas, ni planteadas, ni realizadas por parte de mujeres madres, sino de algún iluminado influenciado por el zeitgeist feminista actual, con ganas de colgarse una medalla de corresponsable. Y como no... con la aprobación del resto de la Cámara mientras configuraban las últimas actualizaciones de su App del Candy Crush.

Salgo del cuadro para observar la realidad y solo veo la falta de medidas de acción positiva en políticas públicas. Una vez más salimos nosotras perdiendo en lo personal, familiar y profesional. Y, a propósito de ellos: no están tan mal.

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